Al final ganó la vieja de la guadaña; sus carcajadas a la puerta de la casa eran estentóreas mientras llegábamos a las 11 de la noche con la urna que contenía sus restos. Ceniza y polvo, eso es lo que nos queda de mami, la gran matriarca, la personalidad explosiva..... qué pronto te fuiste, mamá. y sé que luchaste hasta el final,que no perdiste la esperanza hasta el último momento,que querías volver a casa a seguir disfrutando de tu sueño, pero no pudo ser.
Y ahora nos sentimos infinitamente vacios sin ti. Las heridas cicatrizan con el tiempo y el dolor se hará más llevadero, pero tú no vas a volver y es a tí a quien queremos.
Las cosas salieron mal desde el principio mamá, y tú que siempre habías presumido de haber tenido mucha suerte en la vida, te viste abandonada por el destino, y el dolor y los padecimientos se cebaron contigo antes de dejarte ir al otro lado. Nos queda el consuelo de saber que siempre has vivido a tu manera, que disfrutaste de mil lugares a los que habías soñado ir, que tuviste cuatro hijos y un marido que te veneran, que hemos hecho todo lo que hemos podido para que te curases, y al final, cuando ya no quedaba más que esperar tu partida, besamos tu cuerpo consumido con nuestras lágrimas y te dijimos que te fueses tranquila y satisfecha, que nosotros íbamos a estar bien.
Cómo duele escribirte esto mamá, qué dolor tan grande, pero quiero que todos sepan que tu familia nos sentimos orgullosísimos de ti, que has sido una gran madre, una gran hija, una gran amiga, en definitiva una fantástica mujer, y sobre todo una buena persona, y eso, ni la desdentada de la guadaña nos lo puede arrancar del alma.
Cómo te echo de menos mamá, qué manera de caérseme en pedazos el alma.