
Imágenes de postal por todo el territorio, témpanos afilados que cuelgan de los tejados, regatos helados, chimeneas humeantes de leña, naturaleza dormida arropada por un manto blanco....
Nieve por todas partes. Y aunque eso significa fríos importantes, caras coloradotas y narices peladas, bufandas y guantes por duplicado en ocasiones, me gustaría estar en medio y disfrutarlo.
Aquí la nieve es más bien escasa, como mucho aguanieve en los momentos de temperaturas más bajas. Las heladas si pueden dejar una pequeña capita blanca sobre las leiras de madrugada, que dura unas horas y hace como que si, pero no. A mi me gustan los copos gruesos y abundantes, la pala que ayuda a despejar los caminos, el chocolate caliente que combate la ventisca.
A Maruxiño le gusta menos que a mi tan bucólico paisaje. Y no me lleva a verlo, mecachis !!
Pues yo tengo antojo........
COPO DE NIEVE
Para endulzar un poco tus desvíos
fijas en mí tu angelical mirada
y hundes tus dedos pálidos y fríos
en mi oscura melena alborotada.
! Pero en vano, mujer ¡ No me consuelas.
Estamos separados por un mundo.
¿ Por qué, si eres la nieve, no me hielas?
¿Por qué, si soy el fuego, no te fundo?
Tu mano espiritual y transparente,
cuando acaricia mi cabeza esclava,
es el copo glacial sobre el ardiente
volcán cubierto de ceniza y lava.
Salvador Díaz Miró