También me lo merezco, es más, necesito desesperadamente no escribir, no pensar, estar sola conmigo misma, dejar que la vida vuelva a mi poco a poco, como el calor del verano.
Hasta septiembre no habrá más entradas, tampoco es que vaya a resultar una catástrofe dado el limitado interés que puede tener una página que no lee nadie, basicamente escrita para desahogarme, y que en lo que llevamos de año 2008 está plagada de penas.
¿En que lugar del camino perdí la alegría? ¿Dónde se fueron mis ganas de luchar?. Sinceramente no lo sé, pero me siento vacía, un recipiente hueco que no tiene nada que ofrecer. En dos o tres semanas nacerá el pequeño y ni alegría ,ni ganas ni ilusión. Lo único que me apetece es desaparecer , no ver a nadie, esconderme bajo un edredón gigante y dejar pasar los días sin hacer nada, sin que nadie me diga que hay "deberes " que cumplir.
Y también me gustaría hacer lo mismo que mi pequeño ya antes de salir al mundo, como si imaginase la clase de sitio en la que le va a tocar sobrevivir: dar patadas y golpearlo todo con el puño cerrado, revolverme contra la prisión en la que me siento cautiva, dejar salir la cólera y el dolor que me están matando.
Tendría que escribir un ensayo para explicarme, la soledad que siento en este momento , la incomprensión, la sensación de que encima tengo que ser yo la culpable de las tribulaciones de quien debería estar más cerca de mi en este momento, el hecho de saber que parte de los que si me escucharían y responderían a mis cuitas están enterrados..... y sobre los demás pende la espada de Damocles del recelo y la desconfianza. Y qué lástima que la persona más importante en tu vida te diga que bueno, que la vida que tiene en este momento sólo le da para ser medianamente infeliz.
Ojalá pudiese llorar todas las lágrimas del mar.
Hasta septiembre
