Al final tú también te has ido Carmiña, te resististe durante más de mes y medio, pero al final decidiste partir y encontrarte con el abuelo allá donde ahora esteis los dos.
Ni siquiera la alegría de saber que pronto vendrá Nicolás fue suficiente para retenerte, y eso que se te veía tan ilusionada con tu "netiño".... me he quedado muy sola, tengo el corazón roto.
Y mamá se ha quedado huérfana en tres meses,y su cara de desolación y de impotencia durante el velatorio no creo que se me vaya a olvidar nunca.
Suponiendo que me quede algo de fe después de tanto dolor,espero que estarás en un lugar mejor, donde ya no te dolerá la espalda y podrás caminar sin artrosis en los pies, no tendrás que trabajar las fincas ni pasar frío o mojarte para ir a cerrar a las gallinas. Tu única preocupación será la de pasear entre las nubes del brazo del abuelo porque ya no volvereis a separaros nunca.
No podéis imaginaros lo mucho que me duele, todo lo que me acuerdo de vosotros; vosotros siempre fuisteis los segundos papá y mamá, mucho más que abuelos y padrinos.
Y ahora, ¿quién me protegerá?, ¿quién me dará los besos de "carrapato"?, ¿quién preparará esas riquísimas empanadas, y las roscas de Pascua,y el bacalao con coliflor de Nochebuena?.
Qué triste haberos perdido, qué inmensa tristeza......
