Desde Galicia para todo el mundo,un canto a las cosas bellas de la vida...

martes, 20 de noviembre de 2007

LA VUELTA A CASA


Han sido unas vacaciones imaginables, he cumplido uno de los grandes sueños de mi adolescencia; el país de los faraones, la tierra legendaria de Isis ha sido mía durante 12 días. Sería imposible describir en pocas líneas todas la sensaciones, los colores del paisaje, las anécdotas, los sabores .... me gustaría volver algún día aunque no ahora, necesito que el paso del tiempo deposite un poso de reflexión sobre mis vivencias allí.

Para mí, amante del arte, la historia y la arquitectura, no había fotos suficientes con las que asegurarme el recuerdo; hemos hecho casi mil y aún ahora me parece que podrían haber sido más, o que las que están hechas podría haberlas hecho mejor. Cuando las haya revisado por completo os pondré una selección... ¡¡ cómo me gustaba el tacto de la piedra horadada por el cincel en mis dedos!!!, ¡¡¡qué brillo de colores en lo alto de los capiteles !!!.

Me ha gustado casi todo lo que he ido a buscar, y si, también hay cosas que no me han gustado nada; supongo que a la gran Hatshepsut ,cuya momia contemplé en el Museo Egipcio, tampoco le habría gustado el aspecto de su amada tierra egipcia en la actualidad. No me gustó la suciedad, la falta de higiene de muchos de los varones, el engaño sistemático cada vez que intentas hacer una compra, la falta de respeto por parte de muchos a un legado de 5000 años. No le gustaría nada, no. Y menos aún le gustaría ver que su pueblo es hoy en día un pueblo esclavo, sobre todo de la religión, y sobre todos, las mujeres; encarceladas bajo metros de tela, avergonzadas de su cabello y de su tez morena, vapuleadas por los hombres y la ignorancia.

Un país no puede ser libre si sus gentes no lo son, y en este caso se cumple la máxima. Me da coraje, pero no quiero que esta servidumbre al servicio de una religión abyecta y violenta borre el resto de las cosas maravillosas que he vivido.


¡Oh Isis! Madre del Cosmos raiz del amor

tronco, capullo, hoja, flor y semilla de todo lo que existe.

A ti, fuerza naturalizante, te conjuramos

Llamamos a la reina del espacio y de la noche.

Y besando sus ojos amorosos

bebiendo el rocío de sus labios

respirando el dulce aroma de su cuerpo

exclamamos: ¡Oh Nuit! Eterna deidad del cielo, que eres lo que fue y lo que será¡

Isis, a quien ningún mortal ha levantado el velo!

Cuando tu estés bajo las estrellas

irradiantes del nocturno y profundo cielo del desierto

con pureza de corazón

y en la flama de la serpiente te llamamos